Ubicado al oeste de la provincia de Córdoba, en el centro de las Sierras Grandes, fue creado el 28 de noviembre de 1996 por Ley 24.749. Su superficie alcanza las 37.344 hectáreas y pertenece a la ecorregión Chaco Seco, distrito serrano. Por su emplazamiento central y su altura, este Parque Nacional tiene una biodiversidad única en el país, con diversas características afines a los ambientes andinopatagónicos.
El Parque Nacional recibe su nombre por la destacada presencia del de Cóndor andino, que tiene sus apostaderos en las paredes de la quebrada, de unos 300 metros de altura, donde es posible observar su suave planeo. Los principales valores de conservación que tiene el Parque son su singular biodiversidad, producto de su condición de isla biogeográfica de altura, localizada relativamente cerca de diversas ecorregiones que la influencian, produciéndose una interacción de especies de los más diversos linajes, siendo un lugar destacado de presencia de especies endémicas, exclusivas de este cordón serrano. Asimismo, el Parque Nacional actúa como reserva hídrica, ya que al conservarse la cobertura vegetal natural se protege el suelo y se optimiza el escurrimiento hídrico.
Templado frío de montaña, con gran amplitud térmica. Las temperaturas medias son de 14,5 °C en verano y 5,5 °C en invierno, con mínimas absolutas de -20º C. Las precipitaciones llegan hasta 900 mm anuales, concentrados en la época veraniega, con una prolongada estación seca entre invierno y primavera. Debido a su localización en la parte más alta de la montaña, el área registra cambios intempestivos de las condiciones meteorológicas, pudiéndose presentar restricciones de acceso al público, por ejemplo en verano por tormentas y niebla, o en invierno por nieve y hielo.